Descubren qué hace al melanoma resistente a las terapias
Hace unos meses, una investigación publicada en Nature Communications, identificó que algunos pacientes con melanoma resistentes a los inhibidores de la proteína quinasa B-RAF, como vemurafenib, presentan amplificaciones en dicha proteína. En pocas palabras, mediante el aumento de las copias de la mutación del gen BRAF, el melanoma se hace resistente al producir una mayor cantidad de la citada proteína y superar así el efecto de los inhibidores.
Linfocitos T
En este nuevo trabajo, sus autores observaron que la resistencia es adquirida mediante la pérdida de los antígenos de las células del melanoma, que son las proteínas que sirven a los linfocitos T para reconocer los tumores, y que esta pérdida es inducida por procesos inflamatorios. Al desaparecer los antígenos, las células T no reconocen a las cancerosas y la terapia deja de ser efectiva.
Hasta ahora se creía que la propagación de poblaciones celulares fijas era la responsable de la resistencia a la terapia celular adoptiva, pero este nuevo trabajo revela que la plasticidad de las células tumorales es la causante de esta resistencia.
Animales modificados
Para realizar el experimento, aplicaron el protocolo de terapia celular adoptiva en ratones. Los animales fueron genéticamente modificados para que fueran un modelo apropiado en el que surgió el tumor, luego remitió y finalmente reapareció.
El descubrimiento, según los autores, podría contribuir al desarrollo de protocolos de tratamiento efectivos. Así propone que las terapias celulares adoptivas en el futuro deberían apuntar a un rango más amplio de antígenos para garantizar el reconocimiento de todas las células del melanoma.
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