¿Quién imita a quién? ¿Facebook a Twitter
o al revés? Los dos servicios permiten subir fotos, vídeos, enlaces y
citar a contactos en los mensajes. Difundir es clave para tener éxito.
En Twitter con el retuit, y en Facebook con el botón de ‘compartir’, que
sirve para dar visibilidad en el tablón propio a contenido de terceros.
Esta opción acaba de ser incluida en la aplicación de la red social
para móviles y tabletas, los soportes que más flaquean. En la
actualización del programa han añadido filtros para fotografías. Todo
vale para hacerlo más atractivo, para invitar a pasar más tiempo dentro
de la red social y ganarse el favor tanto de los anunciantes como de los
inversores.
Con más de mil millones de perfiles, Facebook sigue explorando vías para su explotación comercial más allá de la mera publicidad.
Desde su salida a bolsa las acciones de Facebook han perdido valor, desde los 38 dólares del primer día a los casi 23 actuales. A la empresa de Zuckerberg le urge ser atractiva para los inversores, a la vez que frena la venta de títulos de sus propios directivos, ahora que ya pueden convertir en dinero. El propio creador y consejero delegado, máximo accionista individual ha prometido que no se deshará de uno solo de sus títulos.
Aunque ya contaban con una aplicación de otra empresa, BranchOut, para la búsqueda de trabajo, Facebook acaba de cerrar un acuerdo en Estados Unidos con el Departamento de Empleo, con el propio Branch Out, con Monster y con JobVite, a los que Facebook espera que se sumen las universidades. El estreno se ha hecho con 1,7 millones de ofertas de trabajo.
De esta forma entre en el mercado de LinkedIn, una red social estrictamente profesional, donde el prestigio no solo se consigue a través del curriculum sino también por la calidad y cantidad de las conexiones con otros perfiles, así como las aportaciones en debates y conversaciones sobre el rumbo de empresas, posibles soluciones a problemas o recomendación de compañeros para un puesto concreto.
Por supuesto, LinkedIn cobra por ello, da beneficios y cotiza en bolsa dos años antes de que la web de Palo Alto lo hiciese. La gran duda es si los usuarios reaccionarán de manera positiva, si serán capaces de dejar de lado las fotos del fin de semana, el cumpleaños de un amigo o la ruptura sentimiental de un compañero de clase, y verlo con cierto halo de seriedad.
Si los intereses personales quedan cubiertos con compartir contenido y retocar fotos y el mundo profesional con la búsqueda de empleo, a Facebook solo le faltaba reforzar el ocio. Esta semana lo han hecho con el fichaje de David Wehner, director financiero de Zynga, una compañía dedicada a la creación de juegos sociales, cuyo título más popular es FarmVille, una adictiva granja virtual. Wehner será vicepresidente de finanzas corporativas.
Con más de mil millones de perfiles, Facebook sigue explorando vías para su explotación comercial más allá de la mera publicidad.
Desde su salida a bolsa las acciones de Facebook han perdido valor, desde los 38 dólares del primer día a los casi 23 actuales. A la empresa de Zuckerberg le urge ser atractiva para los inversores, a la vez que frena la venta de títulos de sus propios directivos, ahora que ya pueden convertir en dinero. El propio creador y consejero delegado, máximo accionista individual ha prometido que no se deshará de uno solo de sus títulos.
Aunque ya contaban con una aplicación de otra empresa, BranchOut, para la búsqueda de trabajo, Facebook acaba de cerrar un acuerdo en Estados Unidos con el Departamento de Empleo, con el propio Branch Out, con Monster y con JobVite, a los que Facebook espera que se sumen las universidades. El estreno se ha hecho con 1,7 millones de ofertas de trabajo.
De esta forma entre en el mercado de LinkedIn, una red social estrictamente profesional, donde el prestigio no solo se consigue a través del curriculum sino también por la calidad y cantidad de las conexiones con otros perfiles, así como las aportaciones en debates y conversaciones sobre el rumbo de empresas, posibles soluciones a problemas o recomendación de compañeros para un puesto concreto.
Por supuesto, LinkedIn cobra por ello, da beneficios y cotiza en bolsa dos años antes de que la web de Palo Alto lo hiciese. La gran duda es si los usuarios reaccionarán de manera positiva, si serán capaces de dejar de lado las fotos del fin de semana, el cumpleaños de un amigo o la ruptura sentimiental de un compañero de clase, y verlo con cierto halo de seriedad.
Si los intereses personales quedan cubiertos con compartir contenido y retocar fotos y el mundo profesional con la búsqueda de empleo, a Facebook solo le faltaba reforzar el ocio. Esta semana lo han hecho con el fichaje de David Wehner, director financiero de Zynga, una compañía dedicada a la creación de juegos sociales, cuyo título más popular es FarmVille, una adictiva granja virtual. Wehner será vicepresidente de finanzas corporativas.
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